Mantrala

'Noverme', proyecto intermitente desde el 2001 integrado por Fabián Reyes (ex vocalista de Josefina Rock, El Circo y Fabián de Reyes), chileno radicado en Francia hace largos años junto a Sam Maquieira (Yajaira , The Ganjas , Wild Parade) nos entregan el EP “Mantrala”, grabado durante 2018 en Studio De L' Arnoult , con la fina producción del experimentado ingeniero Alexis Lacaze quien captura el mood de las sesiones con sus micrófonos hechos a mano en la calma del pequeño pueblo de Roumegoux en la región de Nueva Aquitania, Francia . El EP, de corte acústico-instrumental, combina no solo elementos folk, sino fragmentos de psicodelia, blues de los 60s, ragas y capas de Armonio e E-Bow que aluden al sitar y música hindu.

El EP lo componen y dominan largas piezas de improvisación , apuntando hacia un trabajo más elíptico, tiene que ser el viaje acid folk más meditativo de los últimos años de la banda, extraños collages de sonido, ragas etéreos y un trasfondo de tensión oscura que le da su intrigante combinación de meditación e inquietud los que hacen de este álbum, en gran parte instrumental, un tesoro. Para los amantes de la música de Quad (Gary Ramon/Sundial), de los trabajos más experimentales de guitarristas sesenteros como John Fahey o la escuela del blues desértico de Ali Farka Toure' bajo un denso manto de humo canábico.

El disco recorre distintos pasajes sonoros. "Mantrala" y “Bandada”, te invitan a tomar un vuelo a esferas meditativas, el cerebro cambia a un permanente O'Oooommmm, un mantra raga con sonidos de armonía y ritmos de percusión sobre nubes de guitarra y bajo, todo se mantiene en un ritmo agradable y relajado con acordes misteriosamente estampados y rasgueos ondulantes que brillan.“ Psyche ” y “ Especia ” por otro lado nos vuelve a aterrizar en los 90`s con guitarras acústicas y bajos con un ritmo más oscuro y groovy, donde los acordes de la guitarra se convierten en un galope y la línea del E-Bow se estira ligeramente, juntos, combinan una estructura básica de blues y parecen mirar desde detrás de una escena selvática. Cierra “ Oda ”, Neo Folk en una lucha de solos acústicos de guitarras sobre oscuros drones ambientales. En conjunto esta nueva entrega se siente como un sueño febril y demencial, de alguna manera extraño y relajante. Recomendación para todos los amigos psicodélicos meditativos y espaciales.